No sé si les ha pasado, pero muchas veces cuando comienzo mi día en internet, no sé por dónde empezar. Hay tanta información al mismo tiempo que siento que me pierdo y casi siempre me cuestiono sobre lo realmente importante entre tantos contenidos, independientemente de lo que estemos buscando en la red.
Tantos tweets al mismo tiempo; tantos post y debates en Linkedin; tantos blogs sobre tantos temas. Tantos comentarios, tantas promociones de un producto. Negocios y más negocios. Tantas noticias. Tanto de tanto que no sé hasta qué punto algo llegue a marcarnos realmente. Siempre me pregunto ¿en qué momento leemos todo esto? Y ¿En qué momento en realidad esto nos puede aportar algo? ¿Cuánto de lo que vemos leemos? Y ¿Cuánto de lo que leemos persiste en nuestra mente? o ¿Hasta qué punto es positivo recibir tanta información?
No lo sé…al final pienso que terminaremos saturándonos con tanta información o desinformándonos, sabiendo poco de nada, todo a medias, todo rápido, todo en un instante, copy paste y no hay más…sin tiempo para reflexionar.
Hay tanto por ver en internet que las horas no alcanzan. Creo que lo mejor es tomar el control y detener la información a tiempo para no agobiarse entre tanto contenido o saborear un poco lo que nos dejó el pasado y recordar lo que era leer un buen libro por horas, lejos de una pantalla, subrayar las mejores frases, olvidarse de todo y de todos y volver a ser uno.
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