El domingo antepasado el sol estuvo raro en Bogotá. Dicen que se llama Halo Solar, que es un fenómeno meteorológico. Obviamente tiene que tener su interpretación científica, pero me
gusta más creer que es otra cosa. Que es algo que nos invita a ser más
espirituales, a acercarnos más a Dios. Que es un instante de recapacitación, de reflexión, de pensar en la vida, de pensar en cómo están las cosas. Lo lamentable es que los fanáticos del mundo hagan que todo esto se convierta en un chiste y nadie nunca les crea y entonces también todos perdamos la esperanza de que pueda ser algo más.
gusta más creer que es otra cosa. Que es algo que nos invita a ser más
espirituales, a acercarnos más a Dios. Que es un instante de recapacitación, de reflexión, de pensar en la vida, de pensar en cómo están las cosas. Lo lamentable es que los fanáticos del mundo hagan que todo esto se convierta en un chiste y nadie nunca les crea y entonces también todos perdamos la esperanza de que pueda ser algo más.
Tomé algunas fotos ese día y quedaron de verdad sorprendentes. Mi mamá también tomó con su celular y en la de ella (aunque la imagen está un poco pixelada) sí vimos algo distinto. Se ven formas más raras, caras, círculos, figuras de lo que parecen almas ubicadas en el umbral de un agujero que abre el cielo, pero no el cielo que vemos ahora mismo, sino el cielo de más allá. Algunos rostros lucen serios, otros más cálidos y unos más desnaturalizados. Unos parecen de luz, otros están más oscuros. Allí están. Allí los veo: expectantes, recibiéndonos o quizás esperándonos sin ser más una ilusión.
Al otro lado by Camila Méndez Burgos is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License
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