Friday, August 30, 2013

El lugar del alma






Somos una fuente de luz o somos solo un desierto

Somos oscuridad y poesía, tiempo y lejanía.

Afuera estamos. La brisa no nos detiene. Las piedras no nos estancan.

Lo sagrado nos pertenece. Somos esencia y somos algo.

Viajaremos cerca del azul inmortal. Seremos paz y seremos aire.

La luna no se ilumina sola. Las olas viven en la eternidad, en una tierra donde los suspiros no habitan, donde pertenecimos y fuimos más que sombras.

Ahora bajo un silencio blanco nos dejamos caer entre espacios insospechados. El nuevo día se extiende como una lluvia de estrellas que albergan un universo que fue para siempre.


*Foto: Sea Life London Aquarium



Tuesday, August 13, 2013

Aquí y allá






Hace cuatro meses estuve en Londres. Hace cinco visité pueblos en Ontario. Hace seis meses estuve en Ottawa. En el verano pasado fui a Quebec City, estuve en Plattsburgh, USA y crucé la frontera desde Canadá y viajé también a Colombia. Este verano estuve otra vez en Estados Unidos, pero en la no muy popular ciudad de Detroit.

Todavía estoy pensado en cada paisaje tan distinto de cada lugar. Como no olvidar el majestuoso hotel The Château Frontenac y la Citadelle en Quebec City, todo huele a historia allí, una historia que te permite entender un poco más acerca de la lucha por preservar el francés en la provincia quebecoise. Ottawa impacta no solo por las edificaciones del Parlamento y la grandiosa vista del Canal Rideau, sino también por la calma de sus habitantes y el ambiente bohemio que se puede encontrar al mismo tiempo. No olvido el restaurante al que fuimos que aunque no es típico de la gastronomía canadiense (era mexicano, se llamaba Corazón de Maíz) fue ideal, pues tomarse una sopa caliente después de caminar una hora bajo menos seis grados es lo más reconfortante que existe.

De Ontario recuerdo la amabilidad de la gente en Oakville, Burlington y Milton y que todos los pueblos tienen un Downtown con esencia que los hace querer volver a visitarlos. La gente es más afanada en Mississauga por ser una ciudad grande, pero su atmosfera de modernidad y progreso te envuelven fácilmente. En Markham vi demasiado movimiento. Stouffville demasiado tranquilo.

También está Plattsburgh en Estados Unidos, una pequeña ciudad que es famosa en Quebec por sus playas, centros comerciales y porque queda solo a 45 minutos de Montreal. Lo demorado es la fila de carros para cruzar la frontera. Esa vez estuvimos tres horas recorriendo 5 kilómetros para poder llegar, así que tuvimos poco tiempo, pero alcanzamos a disfrutar el último fin de semana en que abrirían las playas e hicimos algunas compras aprovechando las buenas promociones que siempre se pueden encontrar en USA.

Y por supuesto Londres. Una ciudad completa, con todo para hacer y todo para conocer, pero prefiero escribir sobre ella en un próximo post, antes de extenderme demasiado; de lo contrario no terminaría esta entrada que me ha costado escribirla luego de varios meses sin poder actualizar mi blog.

Monday, June 17, 2013

Te espero en el viento






Hace cinco años que escribí mi primer libro de cuentos (Al otro lado). Una meta que veía inalcanzable como ahora veo lograr sacar una novela. A veces es difícil encontrar el espacio para hacerlo. A veces ya tienes la historia, ya estás en la disciplina de hacerlo, pero empiezas a perder los hilos de la narración inicial y todo parece desvanecerse. Me imagino que hace parte del proceso creativo, pero pienso que además necesito estar enfocada solo en eso para poder encontrarme. Ya llegara ese momento, lo sé. 

Mientras tanto, recuerdo un cuento de ese libro que hoy me publicaron también en la Revista Literaria Túnel de Letras. Aquí les dejo el link con la edición de este mes. Mi cuento lo pueden encontrar en la página 22. Te espero en el viento, así se llama. Lo escribí pensando en mi primo querido que en ese momento se fue con el viento y ahora nos acompaña junto a las estrellas. Donde no hay frío ni calor y donde Dios nos suspira inmarcesible.

Monday, June 3, 2013

¡Que vivan los cambios!


Este es mi último mes aquí cerca de Montreal y todavía me siento turista. Ayer disfrutamos de uno de mis lugares favoritos: la zona del viejo Puerto (Vieux-Port). Fuimos a la Torre del reloj y la idea genial de una playa con vista al Río San Lorenzo en la que se puede descansar y disfrutar del viento y la arena perfecta. Pasé horas allí mirando el cielo, los botes y más allá el Puente Jacques Cartier y los edificios en donde esta la otra parte de la ciudad: la actividad, la historia, las edificaciones al estilo europeo, museos, helados, restaurantes, artistas, payasos. Todo se puede encontrar… hasta un poco de Ecuador (músicos autóctonos). Me senté a observar y pensé que al fin lo había logrado. Vivir en otra ciudad del mundo. Estar ahí sin huir. Estar ahí sin afán. Esta ciudad  que casi empieza a pertenecerme, que es tan distinta de la que siempre vi, que ya es casi mía…ahora también se va.

Thursday, May 30, 2013

No pensar para respirar

  


 Cada día que pasa entiendo menos lo que es la muerte y parece que nunca me cansaré de buscar una explicación. Me agota pensar en eso. Me agota también que las frases trilladas me consuelen. Vive, disfruta, no pienses en el futuro. Si es que la muerte es vida quisiera tener esa certeza, pero mientras tanto no puedo escapar de su tortura.


*Foto: London Eye